25 may 2011

REDES SOCIALES

En el chat del 19 de mayo, nuestra profesora nos dijo que hiciéramos un reporte sobre la película La Red Social (David Fincher, 2010). La tarea es muy abierta, pero gracias a la respuesta que le ha dado a mi compañero Pepe Almeida, he sabido que lo que la profesora quiere es lo siguiente: “Teniendo en cuenta que el curso es sobre educomunicación, el análisis debe ser desde esa óptica, digamos que se trata de relacionar la red como medio de comunicación social y sus efectos, el manejo de los mensajes, cómo quienes participan se convierten en EMIRECS, la mediación y la recepción, etc.”.

Desde mi punto de vista, la película mencionada no trata sobre las redes sociales. Es una película que toma como punto de partida la creación de Facebook, pero no trata sobre la relevancia que tiene ni sobre las oportunidades comunicativas que ella aporta. Es, simplemente, una película sobre el ansia de poder, y la incompatibilidad de la amistad con los negocios. Es por esto por lo que centraré mi exposición en definir qué son las redes sociales y qué vías comunicativas abren.

Como explica la Wikipedia, el concepto hace referencia a las “estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos”.

Sin embargo, hoy en día, este término hace referencia a las redes sociales en Internet. El concepto de las redes sociales no cambia cuando lo aplicamos como herramienta 2.0 de Internet. Mantiene su esencia, pero la Wikipedia añade que “el software germinal de las redes sociales parte de la teoría de los ‘Seis grados de separación’, según la cual toda la gente del planeta está conectada a través de no más de seis personas”.

Sonico aclara esta diferencia refiriéndose a la red social (en Internet) como “una comunidad virtual donde los usuarios ingresan para interactuar con personas de todo el mundo con gustos en común. Es una herramienta que funciona como una plataforma de comunicaciones cuyas funciones son conectar gente que se conoce o que desea conocerse, centralizar su información y recursos en un lugar único de fácil acceso (fotos, videos y más) y que ellos mismos generen y administren sus contenidos. El propósito de la mayoría de las redes sociales no se trata de suplantar las relaciones interpersonales ‘cara a cara’, sino que apunta a plasmar las relaciones offline en un ámbito digital. Estas plataformas digitales son una herramienta útil para organizar la vida online del usuario”.

Como nos explica de Haro, hay diferentes tipos de redes sociales.

Imagen extraída del blog de Juan José de Haro
http://jjdeharo.blogspot.com
Algunos servicios 2.0 tienen características de redes sociales y, aunque centran en algún objeto [vídeo, trabajo], permiten la conexión entre personas. Éste es el caso de YouTube o de LinkedIn. Centrándonos en las redes sociales, propiamente dichas, podemos encontrar redes verticales [como Edmodo o Grou.ps], y redes horizontales [como Facebook o Twitter]. Todas ellas se utilizan, pero podríamos decir que las que más se centran en ampliar los horizontes de la sociabilidad son las redes horizontales, tomando a Facebook y Twitter como líderes.

Según de Haro, en las redes sociales horizontales “los usuarios no pueden aislarse completamente unos de otros”. Esto hace que todos/as estemos conectados en todo momento.

Conectividad total, inmediata, sin barreras físicas ni temporales… Ésas son las características de las relaciones sociales actuales, y reflejan cómo nos socializamos en la sociedad del conocimiento: a través de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente a través de las redes sociales, construimos, como dice de Haro, “estructuras formadas por relaciones que conectan personas”.

Las redes sociales han sido las que, en una mayor medida, han abierto un espacio de comunicación muy importante en el que las personas tienen la oportunidad de hacer contactos, retomar relaciones pasadas, compartir información, hacer eco de las publicaciones personales, etc. Esto, a su vez, ha favorecido un modelo comunicativo horizontal en el que prima la alimentación de la inteligencia colectiva (Lévy, 2004). Son las redes sociales las que han propiciado el modelo comunicativo EMIREC, donde todas las personas son protagonistas tanto de la recepción como de la emisión, tomando a las tecnologías de la información y la comunicación (y, sobre todo, a Internet) como mediadoras. Gracias a ellas tenemos la oportunidad de poner en práctica el modelo comunicativo que, muchas veces, es difícil llevarlo a cabo en situaciones cotidianas como el aula. Creo que es imprescindible que tomemos en cuenta sus posibilidades y explotarlas al máximo en todos los ámbitos de nuestra vida.