Comparto con todos/as vosotros/as el trabajo final realizado para la asignatura de Didáctica de la Educomunicación:
Descripción analítica de una plataforma audiovisual web educativa
1 jun 2011
25 may 2011
REDES SOCIALES
En el chat del 19 de mayo, nuestra profesora nos dijo que hiciéramos un reporte sobre la película La Red Social (David Fincher, 2010). La tarea es muy abierta, pero gracias a la respuesta que le ha dado a mi compañero Pepe Almeida, he sabido que lo que la profesora quiere es lo siguiente: “Teniendo en cuenta que el curso es sobre educomunicación, el análisis debe ser desde esa óptica, digamos que se trata de relacionar la red como medio de comunicación social y sus efectos, el manejo de los mensajes, cómo quienes participan se convierten en EMIRECS, la mediación y la recepción, etc.”.
Desde mi punto de vista, la película mencionada no trata sobre las redes sociales. Es una película que toma como punto de partida la creación de Facebook, pero no trata sobre la relevancia que tiene ni sobre las oportunidades comunicativas que ella aporta. Es, simplemente, una película sobre el ansia de poder, y la incompatibilidad de la amistad con los negocios. Es por esto por lo que centraré mi exposición en definir qué son las redes sociales y qué vías comunicativas abren.
Como explica la Wikipedia, el concepto hace referencia a las “estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos”.
Sin embargo, hoy en día, este término hace referencia a las redes sociales en Internet. El concepto de las redes sociales no cambia cuando lo aplicamos como herramienta 2.0 de Internet. Mantiene su esencia, pero la Wikipedia añade que “el software germinal de las redes sociales parte de la teoría de los ‘Seis grados de separación’, según la cual toda la gente del planeta está conectada a través de no más de seis personas”.
Sonico aclara esta diferencia refiriéndose a la red social (en Internet) como “una comunidad virtual donde los usuarios ingresan para interactuar con personas de todo el mundo con gustos en común. Es una herramienta que funciona como una plataforma de comunicaciones cuyas funciones son conectar gente que se conoce o que desea conocerse, centralizar su información y recursos en un lugar único de fácil acceso (fotos, videos y más) y que ellos mismos generen y administren sus contenidos. El propósito de la mayoría de las redes sociales no se trata de suplantar las relaciones interpersonales ‘cara a cara’, sino que apunta a plasmar las relaciones offline en un ámbito digital. Estas plataformas digitales son una herramienta útil para organizar la vida online del usuario”.
Como nos explica de Haro, hay diferentes tipos de redes sociales.
Imagen extraída del blog de Juan José de Haro http://jjdeharo.blogspot.com |
Algunos servicios 2.0 tienen características de redes sociales y, aunque centran en algún objeto [vídeo, trabajo], permiten la conexión entre personas. Éste es el caso de YouTube o de LinkedIn. Centrándonos en las redes sociales, propiamente dichas, podemos encontrar redes verticales [como Edmodo o Grou.ps], y redes horizontales [como Facebook o Twitter]. Todas ellas se utilizan, pero podríamos decir que las que más se centran en ampliar los horizontes de la sociabilidad son las redes horizontales, tomando a Facebook y Twitter como líderes.
Según de Haro, en las redes sociales horizontales “los usuarios no pueden aislarse completamente unos de otros”. Esto hace que todos/as estemos conectados en todo momento.
Conectividad total, inmediata, sin barreras físicas ni temporales… Ésas son las características de las relaciones sociales actuales, y reflejan cómo nos socializamos en la sociedad del conocimiento: a través de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente a través de las redes sociales, construimos, como dice de Haro, “estructuras formadas por relaciones que conectan personas”.
Las redes sociales han sido las que, en una mayor medida, han abierto un espacio de comunicación muy importante en el que las personas tienen la oportunidad de hacer contactos, retomar relaciones pasadas, compartir información, hacer eco de las publicaciones personales, etc. Esto, a su vez, ha favorecido un modelo comunicativo horizontal en el que prima la alimentación de la inteligencia colectiva (Lévy, 2004). Son las redes sociales las que han propiciado el modelo comunicativo EMIREC, donde todas las personas son protagonistas tanto de la recepción como de la emisión, tomando a las tecnologías de la información y la comunicación (y, sobre todo, a Internet) como mediadoras. Gracias a ellas tenemos la oportunidad de poner en práctica el modelo comunicativo que, muchas veces, es difícil llevarlo a cabo en situaciones cotidianas como el aula. Creo que es imprescindible que tomemos en cuenta sus posibilidades y explotarlas al máximo en todos los ámbitos de nuestra vida.
29 abr 2011
CONVERGENCIA DE MEDIOS
En el chat del 28 de abril, nuestra profesora nos dijo que buscáramos definiciones y aclaraciones sobre el término convergencia de medios. También nos dijo que realizáramos las siguientes lecturas:
- “Audiencias y pantallas en América” (Tyner)
- “Por una convergencia polivalente de los medios: para otra posible comunicación educativa hipermedia…” (Ojeda)
- “Convergencia mediática” (Pérez y Acosta)
Los títulos de las lecturas propuestas me sugieren que vamos a tratar a fondo el tema de la convergencia mediática. Estoy segura de que, después de las lecturas, tendré una idea mucho más definida de lo que implica este término. Sin embargo, he decidido realizar la búsqueda sobre este tema antes de leer los artículos. El motivo de esto es que me gustaría leer los artículos después de haber trabajado un poco el término. Por lo tanto, en esta breve exposición, voy a plasmar el resultado de la búsqueda que he realizado en internet sobre convergencia de medios.
Navegando por internet, he encontrado un blog llamado Amphibia, escrito por Mancini. Este autor es periodista, vive en Buenos Aires y es gerente de Servicios Digitales del Grupo Clarín. Además, es profesor del Magíster Internacional en Comunicación y Periodismo Digital de la Universidad Mayor en Chile. En su blog, nos explica que “El concepto de convergencia mediática existe mucho antes que la Web, y en los últimos veinte años fue adquiriendo distintos significados. La primera referencia académica al concepto se encuentra en el libro Technologies of Freedom, publicado en 1983 por Ithiel de Sola Pool, el mítico fundador del departamento de ciencia política del MIT, (…).Con un perfil mucho menos pomposo que el de McLuhan pero no por eso menos provocador, el legado de Pool deja, entre otras ideas, la de ‘convergencia de modos’, un proceso que ‘está difuminando las líneas entre los medios, incluso entre las comunicaciones entre dos puntos, como el correo, el teléfono y el telégrafo, y las comunicaciones de masas, como la prensa, la radio y la televisión (…) Se está erosionando la relación de uno a uno que solía existir entre un medio y su uso’.
Mancini explica en otro post que “el mito del ‘todo en uno’ fue quizá el sueño más profundo de la convergencia. Pero despertamos. Parecía que todo, diarios, TV, radio, cine, todos los medios iban directos hacia las computadoras como único puerto de consumo, pero no fue así. Como sintetiza Henry Jenkins, ‘la vieja idea de la convergencia era que todos los aparatos convergirían en un aparato central que haría todo por ti. Lo que hoy estamos viendo es el que hardware diverge mientras el contenido converge’.
La convergencia de medios, lejos del ‘todo en uno’, se sirve de múltiples soportes y herramientas, distribuye contenidos en todo tipo de canales y, en ese proceso ‘ecológico’, lo único que sobrevive del medio-emisor es la marca. En el proceso de convergencia de medios, los consumidores se transforman y los medios minimalizan la marca”.
Este autor nos explica su punto de vista sobre la convergencia de medios de una manera simple pero contundente. Su explicación más exhaustiva nos ofrece la oportunidad de reflexionar y dar un paso más allá en la compresión de la convergencia de medios: “la convergencia se produce en el cerebro de los consumidores individuales y mediante sus interacciones sociales. El punto de quiebre de la convergencia de medios no es sólo que los consumidores producen información sino que procesan y metabolizan en forma colectiva los contenidos que circulan por una multiplicidad de soportes, dando lugar a formas de lectura poco exploradas, poco lineales, que Jenkins llama lectura transmedia.
La convergencia de medios es una era más en la ecología de medios y, mal que les pese a muchos, implica una morgue de soportes, un cementerio herramientas. No es el fin de los medios, pero en el camino sí quedan muchas tecnologías obsoletas o en desuso.
Como dice el director del MIT Comparative Media Studies Program, los viejos medios nunca mueren, y ni siquiera se desvanecen. Ningún medio mata al precedente. La TV como medio no va a desaparecer, los diarios como medio tampoco. Pero es muy poco probable que el soporte y las tecnologías que usemos para acceder y producir los contenidos de la TV y de los diarios sigan siendo los mismos que hace algunas décadas”.
Sin duda, las explicaciones de Mancini son muy clarificadoras y creo que puede ser un autor de referencia. Quizá lo sea, pero desconocía sus textos y su blog.
Por otra parte, he encontrado el blog de Pérez Tornero, que trata sobre el pensamiento crítico y la comunicación. Este autor es catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y es director del Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación. Además, es experto y consultor de la UNESCO y la Unión Europea en materia de servicio público de televisión y de alfabetización digital y mediática. Es una persona referente en muchos más entes de mucha importancia. Más información aquí.
En su blog, explica que “la convergencia mediática no se corresponde únicamente con la interconexión de los canales de distribución –plataformas-, ni de las tecnologías. Se trata, sobre todo, de un proceso de transformación cultural que afecta a los usos de los medios de comunicación. Este proceso cultural está basado en las nuevas posibilidades de acción y participación de los usuarios que ha abierto la digitalización de los medios. La convergencia, pues, anuncia la coexistencia de los nuevos medios digitales con el auge de una cultura participativa, protagonizada por comunidades de usuarios de una actividad casi frenética. Éstas son las tesis centrales del libro de Henry Jenkins, Convergence culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación, Barcelona, Paidós, 2008.
‘Con convergencia –escribe el autor- me refiero al flujo de contenido a través de múltiples plataformas mediáticas, la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias mediáticas, dispuestas a ir casi a cualquier parte en busca del tipo deseado de experiencias de entretenimiento”. (p. 14)”.
Asimismo, Pérez Tornero nos remite a la publicación de Jenkins con gran entusiasmo, ya que “en su conjunto la obra de Jenkins es una excelente interrogación sobre los nuevos fenómenos que surgen con el desplazamiento del antiguo paradigma de la comunicación de masas y el inicio de la cultura multimedia, o de la participación. Tiene el encanto doble: de una escritura propia de un enamorado del cambio mediático, por un lado, que, al mismo tiempo, sabe percibir y describir la ambivalencia de la situación, sus contradicciones y paradojas. Finalmente, su confianza en que la alfabetización mediática, es decir, la capacitación crítica de los ciudadanos es la clave e la calidad de la nueva cultura participativa”5. También nos remite al artículo de Pérez y Acosta, recomendado por nuestra profesora: “La convergencia mediática: un nuevo escenario para la gestión de información”.
Creo que ya tengo el punto de partida para comenzar con las lecturas.
BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA
- AMPHIBIA – Blog de Mancini. Disponible en http://www.amphibia.com.ar [Última consulta el 29 de abril del 2011].
- PENSAMIENTO CRÍTICO Y COMUNICACIÓN – Blog de Pérez Tornero. Disponible en http://jmtornero.wordpress.com [Última consulta el 29 de abril del 2011].
INTERACCIÓN vs INTERACTIVIDAD
Quisiera comenzar definiendo cada uno de los conceptos según lo que dice la RAE:
Interacción: Acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, funciones, etc.
Interactividad: cualidad de lo interactivo.
Interactivo: 1. adj. Que procede por interacción.
2. adj. Inform. Dicho de un programa: Que permite una interacción, a modo de diálogo, entre el ordenador y el usuario.
Por lo tanto, y como comienzo, podemos decir que los dos términos están relacionados, puesto que, basándonos en las definiciones de la RAE, la interactividad es la cualidad de lo que procede la acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, funciones… Es decir, la interactividad es la cualidad de la interacción.
Sin embargo, debemos contrastar esta información y buscar relaciones contextuales de cada uno de los conceptos, ya que la diferencia puede radicar en el uso contextual de cada concepto.
La Wikipedia explica que “el término interacción se refiere a una acción recíproca entre dos o más objetos con una o más propiedades homólogas”. Explica que se utiliza en diferentes campos, tales como la física, la biología, la medicina y el diseño.
Asimismo, en referencia al concepto de interactividad, la Wikipedia también explica que se utiliza en diferentes campos y cita a Sheizaf Rafaeli, que ha definido el concepto como “una expresión extensiva que en una serie de intercambios comunicacionales implica que el último mensaje se relaciona con mensajes anteriores a su vez relativos a otros previos". Resulta interesante la explicación de que “la comunicación humana es el ejemplo básico de interactividad. A causa de ello, muchos análisis conceptuales se basan en definiciones antropomórficas. Por ejemplo, los sistemas complejos que detectan y reaccionan a la conducta humana son frecuentemente denominados ‘interactivos’. Bajo esta perspectiva, la interacción incluye respuestas a las actividades físicas humanas, por ejemplo el movimiento (lenguaje corporal) o al cambio en los estados psicológicos”. Desde mi punto de vista, esto explica que hayamos extrapolado el verdadero significado de interactividad al campo de la informática, limitándolo a la interacción “entre ser humano y máquina, que se refiere al comportamiento interactivo del aparato tal como lo experimente el primero” (la cursiva es mía).
González Castro, por su parte, dice que quiere “entender que la interacción es la acción social que un sujeto lleva a cabo con otro u otros sujetos y con las expresiones que éstos realizan en diferentes contextos (mediáticos, personales, teóricos, prácticos, etcétera); lo anterior permite un entramado de relaciones sociales. La interacción es comunicativa por sí misma”. Respecto a la interactividad, ella explica que “cuando se habla de interactividad o de un medio interactivo, se parte de la premisa de generar un recurso o contenido expresivo, que se soporte en el medio y sea capaz de gestar en el usuario inquietudes para entablar una relación tan estrecha que pueda convertirse en una acción comunicativa. Esto sólo se logra cuando se ponen en común códigos entre el usuario y el contenido.
El proceso de interactividad se puede vincular con un proceso de coautoría o incluso, autoría, porque el perceptor (usuario) pone en común códigos para generar acciones comunicativas que lo lleven a tomar decisiones propias para hacer suyos los contenidos y seguir interactuando con ellos sin una linealidad preestablecida”.
La autora ofrece una explicación bastante aclaratoria en relación a estos dos conceptos, explicando que “en la interacción puede haber interactividad, pero no es una generalidad; es decir, puede existir o no dentro de ella, esto dependerá de las posibilidades que enmarquen las características que los autores de los contenidos y las propiedades del medio pongan a disposición del perceptor (usuario) y de cómo en conjunto, contenidos soportados en el medio y perceptor (usuario) conviertan el acto interactivo (expresivo) en un acto comunicativo”.
Después de esta búsqueda de información para aclarar el vínculo entre los conceptos interacción e interactividad, he llegado a la conclusión de que siempre hay interacción con los medios, pero no siempre hay interactividad. Según varios autores, “se entiende por interactividad el control, más o menos parcial, que tienen las personas sobre la presentación de la información en los documentos digitales” (Aparici, Gª Matilla, Fdez Baena y Osuna, 2006: 273). Es por esto por lo que concluyo que, en la interacción con un documento o medio, no siempre hay posibilidad de interactividad, aunque realmente haya algún tipo de interacción.
BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA
- APARICI, R., Gª MATILLA, A., FDEZ BAENA, J. y OSUNA, S. (2006): La imagen. Análisis y representación de la realidad. Editorial Gedisa, Barcelona.
- NODO VISUAL – Punto Fijo en el Diseño y Comunicación Visual. Disponible en http://nodovisual.net [Última consulta el 29 de abril del 2011]
- RAE – Real Academia Española. Disponible en http://www.rae.es [Última consulta el 29 de abril del 2011]
- WIKIPEDIA – La enciclopedia libre. Disponible en http://es.wikipedia.org [Última consulta el 29 de abril de 2011].
18 abr 2011
LA MÚLTIPLE MEDIACIÓN EN EL PROCESO DE RECEPCIÓN
Para el chat de la semana pasada, leímos un capítulo titulado El proceso de la recepción y la educación para los medios: una estrategia de investigación con público femenino, escrito por Charles Creel y Orozco Gómez (Universidad Iberoamericana, México). En realidad, no leímos todo el capítulo, ya que nuestra profesora sólo nos facilitó unas páginas del mismo. Sin embargo, lo que leímos me resultó muy interesante, ya que, además de explicar el marco teórico de la investigación en cuestión, fue muy válido para desenmascarar el proceso de recepción de los medios. La exposición a los medios, y la recepción de ellos, es tan natural para nosotros/as, que no nos paramos a pensar en el proceso que hay detrás de la recepción de los mensajes que recibimos de los medios de comunicación. Este (cuasi)capítulo ha sido muy valioso para concienciarme de la múltiple mediación que existe en el proceso de recepción. Seguidamente, os resumiré lo que el capítulo explica al respecto.
La recepción es un proceso mediado. No sólo por los medios utilizados y los mensajes en sí, sino por factores tanto externos como internos al proceso. Por esto, tenemos que entender que los sujetos que toman parte en el proceso de recepción (también llamados audiencia) también median ese mismo proceso. Dentro de las mediaciones, describiremos las siguientes: la mediación cognoscitiva, la mediación institucional y la mediación del entorno.
La mediación cognoscitiva:
Con este tipo de mediación nos referimos al conjunto de ideas y esquemas mentales que toman parte en el proceso de percepción, procesamiento y apropiación de los mensajes que los medios de comunicación emiten. La experiencia mediática de la audiencia hace que ésta tenga determinada predisposición, presuposición y comprensión de los mensajes. Asimismo, los hábitos de aprendizaje y construcción de conocimiento interfieren en la recepción de los mensajes. Por lo tanto, independientemente de la esencia del mensaje, hay factores internos de la audiencia que determinan qué tendrá interés, cómo será entendido y qué será recibido. Es por ello por lo que el emisor del mensaje debe tener en cuenta la mediación cognoscitiva, factor interno importante en el proceso de recepción.
La mediación institucional:
Este tipo de mediación hace referencia a la pertenencia a instituciones de los miembros de la audiencia. Ejemplos de estas instituciones pueden ser la familia, la escuela, el partido político, la institución relijiosa, etc. Estas instituciones tienen dos tipos de mediaciones. Por un lado, sirven como escenarios donde transcurre la recepción del mensaje (siguiendo con los ejemplos, podrían ser el hogar, el centro educativo, la sede del partido político, la iglesia, etc.). Por otro lado, también sirven como "Comunidades de Interpretación", ya que son condicionantes de la interpretación del mensaje, su significado y su apropiación, mediando también la legitimación de ciertos mensajes. Por todo esto, es importante que el emisor del mensaje sea consciente de la mediación institucional, ya que puede condicionar de manera determinante el proceso de recepción.
La mediación del entorno:
Este tipo de mediación toma en consideración diversas características de la relación que el sujeto receptor tiene con su entorno. Dentro de estas características, podemos destacar tres tipos: situacionales, contextuales y estructurales. Las mediación del entorno situacionales hacen referencia a la interacción dentro del hogar. Es decir, características como la distribución del espacio dentro del hogar. A priori, esta característica poco tiene que ver con el proceso de recepción; pero, si indagamos un poco, podremos concluir que la ubicación de la televisión o la radio dentro de la casa determina la exposición a los mensajes de los medios de comunicación. Respecto a las características contextuales, son las que describen el contexto de la recepción. Como ejemplo de este tipo de características podríamos citar el lugar de origen y de residencia, el nivel educativo, el tipo de trabajo que realizan, etc. Por último, tenemos las características estructurales. Éstas hacen referencia, por ejemplo, a la clase social, el género, la etnia, la edad, etc. Todas estas características describen la relación que los sujetos (la audiencia) tiene con el entorno. No podemos negar que estas características determinan, en gran medida, el proceso de comunicación, ya que un mensaje no será percibido de la misma manera por un hombre campesino o una mujer abogada. Por esto, es importante que el emisor del mensaje tome en consideración la mediación del entorno, ya que determina el proceso de recepción.
Todo lo expuesto aquí es un resumen un capítulo. Para más información, podéis consultar en el capítulo "El proceso de la recepción y la educación para los medios: una estrategia de investigación con público femenino", escrito por Charles Creel y Orozco Gómez (Universidad Iberoamericana, México). El capítulo forma parte del libro La revolución de los medios audiovisuales. Educación y Nuevas Tecnologías (Coord. Aparici, 1996).
10 abr 2011
LOS MEDIOS PARA LA EDUCACIÓN COMUNICATIVA
Ése es el título del capítulo escrito por García Mantilla que leímos para el pasado chat del día 7 de abril. En él trata desde los elementos de la comunicación hasta la oposición o rivalidad que puede existir entre los/as educadores/as y los/as profesionales de los medios de comunicación. En este post intentaré hacer un pequeño resumen y mezclarlo con reflexiones propias.
Según el texto, hay que diferenciar entre comunicación, en el amplio sentido de la palabra, y comunicación interpersonal, ya que el segundo concepto implica condiciones que no tienen por qué darse en el contexto comunicativo general. Como ejemplo del primero de los conceptos podemos tomar el modelo comunicativo de los medios de comunicación de masas (prensa, radio, televisión), en el que no hay intercambio ni diálogo. En la comunicación interpersonal, en cambio, los sujetos se aíslan del contexto al que están conectados y hay más opciones de reciprocidad y horizontalidad. De todo modos, esto no quiere decir que en la comunicación interpersonal no pueda darse un modelo comunicativo unidireccional: debemos intentar no mitificarla.
Otros conceptos interesantes que se citan en el texto son la cultura mosaico y la totalidad. En la cultura mosaico, la realidad es entendida en partes. Ejemplo de ello es la educación actual, ya que partimos la realidad en asignaturas, que fraccionan la realidad por temas. Esto también se da en los medios de comunicación. Sin embargo, el concepto de totalidad defiende que todas las partes de la realidad están conectadas y conforman la totalidad de la realidad. Es una reflexión interesante, ya que la parcialidad sesga de manera considerable el entendimiento de la realidad en su totalidad. Ante estas propuestas, Vallet hizo la suya proponiendo un lenguaje total, que incluiría las palabras, los sonidos y las imágenes. Me parece una acierto, ya que ese lenguaje total nos da herramientas para concienciarnos de las relaciones que todas las partes del mosaico de la realidad tienen entre sí, afianzando la importancia del concepto de totalidad. Vallet basa el lenguaje total en el desarrollo global, que, a su vez, se apoya en la perspectiva EMIREC de los procesos comunicativos. Según este autor, las personas emisoras son las que, por medio de la expresión en los nuevos medios, entienden la totalidad de la realidad. Interesante teoría, si no la he entendido de manera equivocada.
Por otro lado, García Mantilla explica en el capítulo que la individualización es una característica del modelo EMIREC de Cloutier. Según esta afirmación, los sujetos se toman como individuos receptores/emisores, no como parte de un conjunto masivo sin oportunidad de ser emisor (que es lo que sucede en los modelos comunicativos que utilizan los medios de comunicación). En el caso de los self-media (por ejemplo, un blog), podemos ser emisores/as y receptores/as al mismo tiempo, lo cual cumple con el modelo de Cloutier.
A esto, Kaplún le añade la prealimentación. Es imprescindible tomar en cuenta al destinatario/a para afianzar la comunicación. Los mensajes de la persona emisora deben estar "inspirados" en el destinatario/a para garantizar la verdadera comunicación. En esta línea, Kaplún y Cloutier destacan la importancia de un proceso comunicativo que "no se limita a informar sino que "busca formar a las personas y llevarlas a transformar su realidad"". En esa formación, tiene especial relevancia el espíritu crítico: la llave para la transformación de la realidad.
Para ello, es necesaria la pedagogía de los medios audiovisuales, ya que vivimos en un mundo mediatizado. "La organización norteamericana National Conference on Visual Literacy ha aportado una definición ampliada de la alfabetización que completaría el estudio de símbolos, de soportes de información, del lenguaje no verbal, de los canales de información y de su incidencia en el comportamiento humano y que se enuncia así:
Otros conceptos interesantes que se citan en el texto son la cultura mosaico y la totalidad. En la cultura mosaico, la realidad es entendida en partes. Ejemplo de ello es la educación actual, ya que partimos la realidad en asignaturas, que fraccionan la realidad por temas. Esto también se da en los medios de comunicación. Sin embargo, el concepto de totalidad defiende que todas las partes de la realidad están conectadas y conforman la totalidad de la realidad. Es una reflexión interesante, ya que la parcialidad sesga de manera considerable el entendimiento de la realidad en su totalidad. Ante estas propuestas, Vallet hizo la suya proponiendo un lenguaje total, que incluiría las palabras, los sonidos y las imágenes. Me parece una acierto, ya que ese lenguaje total nos da herramientas para concienciarnos de las relaciones que todas las partes del mosaico de la realidad tienen entre sí, afianzando la importancia del concepto de totalidad. Vallet basa el lenguaje total en el desarrollo global, que, a su vez, se apoya en la perspectiva EMIREC de los procesos comunicativos. Según este autor, las personas emisoras son las que, por medio de la expresión en los nuevos medios, entienden la totalidad de la realidad. Interesante teoría, si no la he entendido de manera equivocada.
Por otro lado, García Mantilla explica en el capítulo que la individualización es una característica del modelo EMIREC de Cloutier. Según esta afirmación, los sujetos se toman como individuos receptores/emisores, no como parte de un conjunto masivo sin oportunidad de ser emisor (que es lo que sucede en los modelos comunicativos que utilizan los medios de comunicación). En el caso de los self-media (por ejemplo, un blog), podemos ser emisores/as y receptores/as al mismo tiempo, lo cual cumple con el modelo de Cloutier.
A esto, Kaplún le añade la prealimentación. Es imprescindible tomar en cuenta al destinatario/a para afianzar la comunicación. Los mensajes de la persona emisora deben estar "inspirados" en el destinatario/a para garantizar la verdadera comunicación. En esta línea, Kaplún y Cloutier destacan la importancia de un proceso comunicativo que "no se limita a informar sino que "busca formar a las personas y llevarlas a transformar su realidad"". En esa formación, tiene especial relevancia el espíritu crítico: la llave para la transformación de la realidad.
Para ello, es necesaria la pedagogía de los medios audiovisuales, ya que vivimos en un mundo mediatizado. "La organización norteamericana National Conference on Visual Literacy ha aportado una definición ampliada de la alfabetización que completaría el estudio de símbolos, de soportes de información, del lenguaje no verbal, de los canales de información y de su incidencia en el comportamiento humano y que se enuncia así:
Cuando una persona ha adquirido una serie de aptitudes visuales mediante
experiencias de visión y percepción y cuando es capaz de distinguir, interpre-
tar acciones, objetos, esquemas y símbolos visuales del medio ambiente, enton-
ces esa persona se convierte en alguien visualmente alfabeto. Mediante la utili-
zación creadora de esas aptitudes, la persona visualmente alfabeta será capaz
de comprender y comunicar. La apreciación de las facultades visuales de los de-
más conducirá a un mayor placer de la comunicación visual (Donald)."
De esta manera, ayudamos a crear un filtro crítico que permita evitar la manipulación.
"La iniciación a la cultura audiovisual no es un lujo, sino una condición esencial para el
desarrollo armonioso del sistema de comunicación de masas de
nuestra sociedad (La Borderie, 1969: 11)".
Para esta formación, esta creación de filtro crítico, lo mejor es poner a los/as receptores/as como emisores/as. De este modo, conocerán las reglas del juego y crearán conciencia del modelo comunicativo utilizado y sus implicaciones. Además, es una aplicación pedagógica del modelo comunicativo EMIREC.
Las reflexiones acerca de los modelos comunicativos pueden ser muchas. Sin embargo, y para no extenderme más, querría terminar diciendo que la formación en espíritu crítico no hace sino abrir las puertas a una concientización, como dice Freire, de la imperfección y de las opciones de mejora. Espero poder poner en práctica ese espíritu crítico en modelos comunicativos tan mitificados como el EMIREC. Al fin y al cabo, todo tiene su lado bueno y su lado malo.
REFLEXIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN PARA LOS MEDIOS
Cuando, en el chat del día 24 de marzo, la profesora nos animó a reflexionar sobre la educación para los medios, me vino a la cabeza la educación mediática, tema que traté en la asignatura Educación y Comunicación en el Ciberespacio el cuatrimestre pasado.
A menudo, relacionamos la educación mediática con la educación formal. De hecho, hay informes que resaltan la importancia de la educación mediática en la escuela, como es el caso de “La educación mediática en la escuela 2.0” (Aparici, Campuzano y Mantilla, 2010). Sin embargo, y aunque en ese informe se aclare, quiero recalcar que el poder de la educación mediática no se limita al campo de la educación formal. Más allá del mismo, quiero subrayar su importancia en el aprendizaje a lo largo de la vida, como lo tratan indirectamente varios informes: Aparici, Campuzano y Mantilla (2010): La educación mediática en la escuela 2.0, Marco de Acción Dakar. Educación para Todos ((2000) e Informe Delors: La educación encierra un tesoro (1996), dándole mucha trascendencia al pensamiento crítico.
Como afirman varios autores, “a nivel general, la educación mediática debería servir para promover la creatividad del individuo y su comunicación con otras personas. (…) A nivel más específico, debería formar en el análisis de los contenidos transmitidos por los medios, (…) y en el fomento del pensamiento crítico a través del análisis y la reflexión” (Aparici, Campuzano y Mantilla, 2010:11). Considero indispensable este tipo de formación para analizar los mensajes comunicativos y explicitar la connotación que en ellos hay. Por medio de ese análisis de los valores subjetivos añadidos a los mensajes, podemos reflexionar sobre la adecuación y la idoneidad de los mismos; a su vez, podemos promover el fomento de valores éticamente correctos y adecuados para nuestra futura sociedad.
Después de esta pequeña reflexión sobre la educación mediática, me surge una pregunta: ¿podemos tomar como sinónimos los conceptos de educación mediática y educación para los medios? ¿Y ambos como sinónimos del concepto de educomunicación? Aparici explica que "se la conoce (a la educomunicación) también como recepción crítica de los medios de comunicación, pedagogía de la comunicación, educación para la televisión, pedagogía de la imagen, didáctica de los medios audiovisuales, educación para la comunicación, educación mediática, etc" (Aparici, 2010: 9). Creo que, debido a la relativa novedad de estos conceptos, los límites que diferencian y matizan los conceptos son aún un tanto líquidos. Espero poder aclarar el significado real de cada uno de ellos. O no.
MODELOS DE COMUNICACIÓN
En el segundo chat de la asignatura que mantuvimos el día 17 de marzo, nuestra profesora nos dijo que teníamos que representar en una presentación de Power Point los siguientes modelos comunicativos:
1. El modelo telegráfico de Schramm
2. El modelo matemático de Shanon y Weaver
3. El modelo dialógico
Realicé una presentación Power Ponint para representar los modelos e ilustrarlos con ejemplos de la vida cotidiana. Sin embargo, he visto la oportunidad para probar una nueva herramienta: prezi. Como podréis ver, las presentaciones ganan dinamismo con esta herramienta. ¡Os la recomiendo!
Aquí os dejo la presentación que he realizado como segunda actividad de esta asignatura.
A la hora de hacer la actividad, tuve varios problemas para diferenciar el modelo dialógico y el EMIREC. Todavía no los diferencio muy bien, pero espero despejar mis dudas a medida que avancemos en la asignatura.
La bibliografía utilizada para realizar la actividad es la siguiente:
- KAPLÚN, M. (1998): Una pedagogía de la comunicación. Ediciones la Torre. Madrid.
- MATTERLART, A. y MATTERLART, M. (1995): Historia de las teorías de la comunicación. Ediciones Paidós Ibérica. Barcelona.
- APUNTES AL MARGEN - Modelo matemático de la Comunicación (Shannon – Weaver) disponible en http://apuntesalmargen.com/wp-content/uploads/mo delo-matematico.png [última consulta el 23 de marzo del 2011].
- RINCÓN, C. A. – Unidad 10: La comunicación. Disponible en http://docencia.u dea.edu.co/comunicaciones/bajopalabra/capitulos/Unidad10Comunicacion.PDF [última consulta el 23 de marzo del 2011].
5 abr 2011
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
“Según el Portal de la Sociedad de la Información de Telefónica de España: Las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) son las tecnologías que se necesitan para la gestión y transformación de la información, y muy en particular el uso de computadores y programas que permiten crear, modificar, almacenar, proteger y recuperar esa información.
Según el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en el Informe sobre Desarrollo Humano en Venezuela (2002): Las TIC se conciben como el universo de dos conjuntos, representados por las tradicionales Tecnologías de la Comunicación (TC) - constituidas principalmente por la radio, la televisión y la telefonía convencional - y por las Tecnologías de la Información (TI) caracterizadas por la digitalización de las tecnologías de registros de contenidos (informática, de las comunicaciones, telemática y de las interfaces)”.
Cabero (1999: 16) define las TIC como “instrumentos técnicos que giran en torno a los nuevos descubrimientos de la información”.
La Wikipedia explica que “Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC, TICs o bien NTIC para Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación o IT para «Information Technology») agrupan los elementos y las técnicas utilizadas en el tratamiento y la transmisión de las informaciones, principalmente de informática, internet y telecomunicaciones”.
Este término me parece mucho más concreto que los anteriores. Quizás, la razón de esta claridad sea que el término es mucho más conocido. De todos modos, desde mi punto de vista, el término TIC se refiere a las tecnologías que habilitan la comunicación y la expansión de la información. Podemos tomar por tecnologías de la información y la comunicación la televisión, la radio… pero, últimamente, con este término, nos referimos a las tecnologías relacionadas con la telecomunicación, y, mayoritariamente, a Internet.
TECNOLOGÍA EDUCATIVA
En referencia a la tecnología educativa, Marqués Graells explica lo siguiente:
“Revisando las definiciones de la TE (Tecnología Educativa) que se han dado a lo largo de estas últimas décadas, podemos encontrar diversas concepciones que han originado perspectivas y prácticas docentes y de investigación muy diferenciadas. Posiblemente la definición que recoge mejor estas distintas tendencias es la que propuso la UNESCO en 1984, a partir de las propuestas hechas en 1970 por la Commission on Instructional Technology, formulando una doble acepción de Tecnología Educativa:
1.- Originalmente ha sido concebida como el ‘uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión, ordenadores y otros tipos de ‘hardware’ y ‘software’.
2.- En un nuevo y más amplio sentido, se entiende como ‘el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una más efectiva educación’. (UNESCO, 1984, 43-44)
Más recientemente diversos autores de nuestro país, Salinas (1991) , AREA, CASTRO y SANABRIA (1995), SANCHO et al. (1998), recogen los planteamientos anteriores y señalan la existencia de dos formas básicas de entender la Tecnología Educativa, aunque todas ellas coinciden en determinar como objeto central de la misma el apoyo y la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje y la resolución de los problemas educativos con la ayuda de los recursos tecnológicos (su hipótesis de base consiste en que el aprendizaje puede ser mejorado y que existen recursos y técnicas para lograrlo).
Estas formas de conceptualizar la Tecnología Educativa, con independencia de los planteamientos conductistas, cognitivistas o constructivistas subyacentes, son:
- Concepto centrado en los medios. La Tecnología Educativa se entiende como "tecnología EN la educación" (Salinas, 1991:35) y se refiere al diseño, desarrollo e implementación de técnicas y materiales (productos) basados en los nuevos medios tecnológicos (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - TIC- y mass media) para promover la eficacia y la eficiencia de la enseñanza y contribuir a resolver los problemas educativos. Es pues una concepción eminentemente práctica que incluye visiones de la Tecnología Educativa que van desde las perspectivas centradas en la simple aplicación de medios en la enseñanza para transmitir mensajes (sin tener en cuenta ni las características de los estudiantes ni las especificidades del contexto) hasta las que se centran en la mejora de los procesos del acto didáctico (considerando todos sus elementos) con la ayuda de los recursos tecnológicos.
- Concepto centrado en la instrucción. La Tecnología Educativa se entiende como un modelo teórico - práctico para el desarrollo sistemático de la instrucción, lo que Salinas (1991:35) denomina "tecnología DE la educación". Aquí la Tecnología Educativa, más allá del mero dominio de recursos y aparatos, se caracteriza como un proceso de planificación y gestión de los procesos de enseñanza aplicando los principios científicos (definición de teorías de aprendizaje, diseño del currículum, selección y producción de materiales, elección de métodos, gestión de la instrucción, evaluación de los resultados). En muchos casos se la considera como la aplicación de los principios didácticos al diseño, desarrollo y control de los procesos de enseñanza, llegando algunos a identificarla con la Didáctica”.
Por su parte, la Wikipedia define la tecnología educativa como “el resultado de las aplicaciones de diferentes concepciones y teorías educativas para la resolución de un amplio espectro de problemas y situaciones referidos a la enseñanza y el aprendizaje, apoyadas en las TICs (tecnologías de información y comunicación). (…) Se entiende por tecnología educativa al acercamiento científico basado en la teoría de sistemas que proporciona al educador las herramientas de planificación y desarrollo, así como la tecnología, y busca mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje a través del logro de los objetivos educativos y buscando la efectividad y el significado del aprendizaje”.
La web definición.org explica que la tecnología educativa “es el uso pedagógico de todos los instrumentos y equipos generados por la tecnología, como medio de comunicación, los cuales pueden ser utilizados en procesos pedagógicos, a fin de facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Hoy en día podríamos decir que también se incluyen las altas tecnologías de la información”.
Cabero (1999: 18) define el concepto como la “disciplina de la didáctica y organización escolar que ha sido definida de diversas formas, desde una concepción simple que la asemeja con la mera incorporación de medios audiovisuales a la enseñanza, hasta posiciones globales que la asemejan con el diseño global de la instrucción. En nuestro contexto adquiere sentido su conceptualización como el diseño de situaciones mediadas de aprendizaje”.
Desde mi punto de vista, el término de tecnología educativa hace referencia a la tecnología utilizada con fines educacionales, que ayuda a la consecución de los objetivos marcados para el aprendizaje. Me atrevería a decir que el término refleja la connotación educativa de la tecnología. A mi entender, el término implica las dos concepciones explicadas por Marqués Graells: el concepto centrado en los medios y el concepto centrado en la instrucción. Lo ideal sería que, cuando nos referimos a tecnología educativa, nos refiriéramos a un estudio de los medios de comunicación tecnológicos, a la vez que a una didáctica concreta para los recursos tecnológicos. La combinación de estas concepciones da lugar a un concepto rico, que es reflejo de todo lo que conlleva la inclusión de la tecnología en la educación.
EDUCOMUNICACIÓN
En relación a este concepto, Aparici explica lo siguiente:
“La educomunicación implica la interrelación de dos campos de estudios: la educación y la comunicación. Se la conoce también como recepción crítica de los medios de comunicación, pedagogía de la comunicación, educación para la televisión, pedagogía de la imagen, didáctica de los medios audiovisuales, educación para la comunicación, educación mediática, etc.
Hace veinte años, expertos latinoamericanos reunidos en Santiago de Chile convocados por UNICEF, UNESCO y por la organización independiente CENECA (Centro de Indagación y Expresión Cultural y Artística) acordaron que la
educomunicación incluye, sin reducirse, el conocimiento de los múltiples lenguajes y medios por los que se realiza la comunicación personal, grupal y social. Abarca también la formación del sentido crítico, inteligente, frente a los procesos comunicativos y sus mensajes para descubrir los valores culturales propios y la verdad (CENECA/UNICEF/UNESCO, 1992)” (Aparici, 2010: 9).
La Wikipedia dice que “la educomunicación se funda en la convicción de que la persona humana es un ser en relación y en la constatación de que hoy, en el campo educativo, estamos ante la existencia de un nuevo sujeto, con una nueva percepción del espacio, del tiempo y de la acción. La comunicación se entiende así como un componente del proceso educativo, una modalidad de diálogo, una forma de relación estratégica que se establece entre la educación y la misma comunicación”.
Desde mi punto de vista, el concepto de educomunicación integra totalmente, y a un nivel equilibrado, los conceptos de educación y comunicación. Podría decirse, a un nivel de concreción mayor, que integra la comunicación educativa y la educación comunicativa, las dos vertientes en los dos sentidos. A mi parecer, aceptar la educomunicación es aceptar que la comunicación y la educación van de la mano, y que esta visión es enriquecedora para ambos conceptos. La educación puede no integrar la comunicación, pero, en ese caso, estamos dejando de lado destrezas, habilidades y competencias comunicativas muy provechosas en el proceso de aprendizaje; destrezas, habilidades y competencias comunicativas que enriquecen de manera evidente el proceso de construcción del conocimiento.
COMUNICACIÓN EDUCATIVA
Kaplún explica que “cuando hacemos comunicación educativa, estamos siempre buscando, de una y otra manera, un resultado formativo. Decimos que producimos nuestros mensajes ‘para que los destinatarios tomen conciencia de su realidad’, o ‘para suscitar una reflexión’, o ‘para generar una discusión’. Concebimos, pues, los medios de comunicación que realizamos como instrumentos para una educación popular como alimentadores de un proceso educativo transformador” (Kaplún, 1998: 17).
De todos modos, y como dice Sierra Caballero, no parece que haya un consenso en cuanto al significado y alcance del término comunicación educativa .
Kaplún afirma que “lo que definirá la concepción de Comunicación Educativa por la que se opte en los años venideros será el valor que ésta le asigne a la formación de la competencia comunicativa y a la expresión del educando en el proceso de apropiación del conocimiento; la medida en que siga concibiéndolo como un educando-oyente o se proponga constituirlo como un educando-hablante” (Kaplún, 1998: 244).
Desde mi punto de vista, este término hace referencia a la perspectiva educativa de la comunicación. Dicho de otro modo, creo que hace referencia a un proceso comunicativo con intención educativa. Si entendemos la comunicación como un proceso de diálogo con un objetivo común para los participantes, en este caso estaríamos hablando de un diálogo que tiene como fin el aprendizaje conjunto de destrezas, habilidades y competencias a la luz de objetivos educacionales.
EDUCACIÓN
En el caso del concepto de educación, la RAE nos ofrece los siguientes significados:
“1. Acción y efecto de educar.
3. Instrucción por medio de la acción docente.
Es conveniente consultar el significado de educar, ya que nos ayudará en la aclaración del concepto educación. Esto es lo que dice la RAE acerca del término educar:
“1. Dirigir, encaminar, doctrinar.
2. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.
3. Desarrollar las fuerzas físicas por medio del ejercicio, haciéndolas más aptas para su fin.
4. Perfeccionar, afinar los sentidos.
Por su parte, la UNESCO define la educación como “el conjunto de acciones e influencias destinadas a desarrollar y cultivar las aptitudes intelectuales, conocimientos, competencias, hábitos y conductas del individuo, con el fin de lograr el máximo desarrollo posible de su personalidad, de modo que pueda aportar una contribución positiva à la sociedad en la que vive. Enseñanza, término utilizado con frecuencia como sinónimo de educación, o más aún, de educación escolar, es toda actividad realizada con carácter sistemático, destinada a transmitir conocimientos teóricos y prácticos”.
La Wikipedia explica que “la educación, (del latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") puede definirse como:
§ El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimien-tos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
§ El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
§ Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.
§ La educación se comparte entre las personas por medio de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc. respetando siempre a los demás. Ésta no siempre se da en el aula”.
Respecto al concepto sobre educación, la Wikipedia nos concreta que “la educación es un proceso de socialización y endoculturación de las personas a través del cual se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social (valores, moderación del diálogo-debate, jerarquía, trabajo en equipo, regulación fisiológica, cuidado de la imagen, etc.). (…)
La función de la educación es ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar los valores de la cultura que se le imparte (p.e. la occidental -democrática y cristiana-), fortaleciendo la identidad nacional. La educación abarca muchos ámbitos; como la educación formal, informal y no formal.
Pero el término educación se refiere sobre todo a la influencia ordenada ejercida sobre una persona para formarla y desarrollarla a varios niveles complementarios; en la mayoría de las culturas es la acción ejercida por la generación adulta sobre la joven para transmitir y conservar su existencia colectiva. Es un ingrediente fundamental en la vida del ser humano y la sociedad y se remonta a los orígenes mismos del ser humano. La educación es lo que transmite la cultura, permitiendo su evolución”.
Podemos decir alto y claro que la educación es un proceso, continuo añadiría, en el que se adquieren las destrezas, habilidades y competencias necesarias para formar parte de y desenvolverse en la sociedad. También podemos añadir que es un transmisor de cultura, y que favorece el progreso. Me parece muy acertado decir, como lo hace la Wikipedia, que la educación no se limita a la palabra. Es más, por mucho que intentemos educar mediante la palabra, los hechos y las acciones son los que dan ejemplo a la hora de educar. Es por ello por lo que, desde mi punto de vista, la educación no se limita tampoco a la escuela: todos los ámbitos de la sociedad forman parte del proceso educativo de modo formal, no formal o informal, cada uno a su manera, y todos tienen parte de importancia.
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