Para el chat de la semana pasada, leímos un capítulo titulado El proceso de la recepción y la educación para los medios: una estrategia de investigación con público femenino, escrito por Charles Creel y Orozco Gómez (Universidad Iberoamericana, México). En realidad, no leímos todo el capítulo, ya que nuestra profesora sólo nos facilitó unas páginas del mismo. Sin embargo, lo que leímos me resultó muy interesante, ya que, además de explicar el marco teórico de la investigación en cuestión, fue muy válido para desenmascarar el proceso de recepción de los medios. La exposición a los medios, y la recepción de ellos, es tan natural para nosotros/as, que no nos paramos a pensar en el proceso que hay detrás de la recepción de los mensajes que recibimos de los medios de comunicación. Este (cuasi)capítulo ha sido muy valioso para concienciarme de la múltiple mediación que existe en el proceso de recepción. Seguidamente, os resumiré lo que el capítulo explica al respecto.
La recepción es un proceso mediado. No sólo por los medios utilizados y los mensajes en sí, sino por factores tanto externos como internos al proceso. Por esto, tenemos que entender que los sujetos que toman parte en el proceso de recepción (también llamados audiencia) también median ese mismo proceso. Dentro de las mediaciones, describiremos las siguientes: la mediación cognoscitiva, la mediación institucional y la mediación del entorno.
La mediación cognoscitiva:
Con este tipo de mediación nos referimos al conjunto de ideas y esquemas mentales que toman parte en el proceso de percepción, procesamiento y apropiación de los mensajes que los medios de comunicación emiten. La experiencia mediática de la audiencia hace que ésta tenga determinada predisposición, presuposición y comprensión de los mensajes. Asimismo, los hábitos de aprendizaje y construcción de conocimiento interfieren en la recepción de los mensajes. Por lo tanto, independientemente de la esencia del mensaje, hay factores internos de la audiencia que determinan qué tendrá interés, cómo será entendido y qué será recibido. Es por ello por lo que el emisor del mensaje debe tener en cuenta la mediación cognoscitiva, factor interno importante en el proceso de recepción.
La mediación institucional:
Este tipo de mediación hace referencia a la pertenencia a instituciones de los miembros de la audiencia. Ejemplos de estas instituciones pueden ser la familia, la escuela, el partido político, la institución relijiosa, etc. Estas instituciones tienen dos tipos de mediaciones. Por un lado, sirven como escenarios donde transcurre la recepción del mensaje (siguiendo con los ejemplos, podrían ser el hogar, el centro educativo, la sede del partido político, la iglesia, etc.). Por otro lado, también sirven como "Comunidades de Interpretación", ya que son condicionantes de la interpretación del mensaje, su significado y su apropiación, mediando también la legitimación de ciertos mensajes. Por todo esto, es importante que el emisor del mensaje sea consciente de la mediación institucional, ya que puede condicionar de manera determinante el proceso de recepción.
La mediación del entorno:
Este tipo de mediación toma en consideración diversas características de la relación que el sujeto receptor tiene con su entorno. Dentro de estas características, podemos destacar tres tipos: situacionales, contextuales y estructurales. Las mediación del entorno situacionales hacen referencia a la interacción dentro del hogar. Es decir, características como la distribución del espacio dentro del hogar. A priori, esta característica poco tiene que ver con el proceso de recepción; pero, si indagamos un poco, podremos concluir que la ubicación de la televisión o la radio dentro de la casa determina la exposición a los mensajes de los medios de comunicación. Respecto a las características contextuales, son las que describen el contexto de la recepción. Como ejemplo de este tipo de características podríamos citar el lugar de origen y de residencia, el nivel educativo, el tipo de trabajo que realizan, etc. Por último, tenemos las características estructurales. Éstas hacen referencia, por ejemplo, a la clase social, el género, la etnia, la edad, etc. Todas estas características describen la relación que los sujetos (la audiencia) tiene con el entorno. No podemos negar que estas características determinan, en gran medida, el proceso de comunicación, ya que un mensaje no será percibido de la misma manera por un hombre campesino o una mujer abogada. Por esto, es importante que el emisor del mensaje tome en consideración la mediación del entorno, ya que determina el proceso de recepción.
Todo lo expuesto aquí es un resumen un capítulo. Para más información, podéis consultar en el capítulo "El proceso de la recepción y la educación para los medios: una estrategia de investigación con público femenino", escrito por Charles Creel y Orozco Gómez (Universidad Iberoamericana, México). El capítulo forma parte del libro La revolución de los medios audiovisuales. Educación y Nuevas Tecnologías (Coord. Aparici, 1996).
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